Desarrollando iniciativas populares frente al virus del Capitalismo
Un cambio social real nunca ha sido llevado a cabo sin una revolución…
Revolución no es sino el pensamiento llevado a la acción.
Emma Goldman (1869-1940).
Teníamos la intención de escribir sobre cómo nos está golpeando y nos golpeará ese maldito virus en nuestra comarca, pero me parece un poco absurdo, ya que aquí no necesitamos ninguna epidemia para estar en la miseria. Ya se encargan nuestros gobernantes, empresarios y demás caciques locales de que en Castilla, tierra en la que antaño decían, no se ponía el sol, a muchxs no nos dejen ahora ver la luz. Para nosotrxs es un orgullo ver como no entramos en su modelo socioeconómico neoliberal, y tenemos la firme intención de resistir en nuestro jodido hábitat. Sabemos que no es un problema que afecte solo a las zonas rurales ibéricas, ya que esta crítica contra los modelos nacionales de centralización se puede llevar a casi cualquier rincón del globo. Las gentes de los pueblos y aldeas estorbamos. Para que van a invertir en centros de salud dignos, colegios, infraestructura en general, etc, cuando nos pueden meter a todxs en esos focos de infección que llaman ciudades y tenernos controladitxs y bien alienadxs?? Recordamos que en los pueblos está la vida, está la verdad!! Esa vida que aquí han querido acaparar lxs grandes terratenientes. Lxs que hoy ponen el grito en el cielo con la “España vaciada” y montan "manifestaciones" en la capital del estado llorando a sus dirigentes porque la vida en las zonas rurales cada vez es más insostenible. En parte son los mismxs que años atrás se llevaron las subvenciones (bien infladas en muchos casos), o vieron con buenos ojos el amiguismo en los Aytos, o miraron para otro lado con las corruptelas que nos han ido abocando a la ruina más absoluta, mientras observaban como sus convecinxs más humildes se arruinaban y les tocaba emigrar por no querer o no poder tragar con el timo del "crecer o morir". Dicho de otro modo, ellxs mismxs pusieron los clavos de nuestro ataúd, negándonos un futuro a las generaciones venideras. Con vecinxs y "amigxs" así, ¿Quién necesita enemigos?
A partir de la declaración del Estado de Alarma desde mediados de Marzo ante la amenaza mortal del Covid-1984 que redujo nuestra vida a un confinamiento doméstico nunca visto, limitando los movimientos a los permitidos de índole laboral justificada, bajo amenaza de sanción administrativa por vía represiva, en muchos puntos del Estado se crearon diversos tipos de redes y grupos de apoyo entre vecinxs con el objetivo de dotar de unas herramientas que pudieran mejorar la vida de lxs mismxs durante este periodo.
Desde los primeros días eran muchxs lxs que, debido a su situación de personas de riesgo (nuestrxs mayores); situaciones domésticas de cuidados de personas dependientes o niñxs; vecinxs que la intensidad laboral aumentada en los sectores imprescindibles (sector sanitario o agroalimentario por ejemplo) no les deja(-ba) atender a familiares y/o amigxs de una manera normal. Por ello, surgieron estas iniciativas con el objetivo de apoyarse entre sí, no de suplir carencias institucionales o generar prácticas asistencialistas (al menos eso pensamos). Nunca se ha elegido que muchas tareas de nuestro día a día nos las resuelvan las instituciones o empresas, ni mucho menos. Nos vienen dadas, por eso hay quién todavía se cuestiona este modelo dependiente y lucrativo buscando los restos de autonomía y autosuficiencia que aún existen dentro de las relaciones sociales. Nos referimos a las resoluciones de conflictos y problemas vitales como resultado de los lazos comunitarios (omnia sunt communia), como bien recordamos muchxs aún hoy, en las zonas rurales.
Sólo que entre que somos animales de costumbre, que el Capitalismo venció o compró a las Resistencias históricas, y debido también al desarrollo de una inercia social generalizada basada en el kurro asalariado y el consumo masivo, se cambiaron nuestros esquemas culturales. El resultado terrible es la producción masiva de bienes innecesarios que nos creemos son necesarios, en condiciones abusivas, destruyendo todo a nuestro paso. La organización de nuestras vidas a través del Estado de Malestar que lo quiere atrapar todo.
El problema se intensifica con la Industrialización, cuando la extensión masiva del trabajo asalariado nos roba nuestro precioso tiempo vital que podíamos utilizar para generar estas herramientas, destruyendo progresivamente los recursos comunales (usos, costumbres, recursos), y obligándonos a emigrar hacia grandes urbes en busca de fortunas, encontrando tan sólo miseria y explotación, en favor de la acumulación capitalista. Sobre todo, durante todo el siglo XX. Entonces, muchas de las carencias que fueron resultado de estos cambios socioeconómicos, el Capitalismo las transformó en mercancía. El perfecto ejemplo podrían ser las tareas de cuidados, el sector alimentario, los vademécums medicinales o los recursos energéticos. Teniendo en cuenta, además, el tradicional y actual carácter patriarcal del asunto, por desgracia.
Después de hacer autocrítica en referencia a lxs propixs habitantes de los pueblos (ya que mientras unos han trincado los otros han mirado hacia otro lado) conviene remarcar como el estado español lleva décadas empeñado en hacernos desaparecer, siendo nuestro mayor verdugo. De ahí la sorpresa que nos produce ver rojigualdas en los balcones de nuestras vecinas, pues si alguien ha salido perjudicado gravemente (incluso herido de muerte) del modelo estatal actual ese ha sido nuestro territorio. En fin, vayamos al grano, no estamos aquí para criticar la organización del estado, sabemos que no tiene remedio. Estamos aquí para intentar ofrecer soluciones, para ayudar a construir entre TODXS un mundo en el que merezca la pena vivir.
Con la premisa de que sólo el pueblo salva al pueblo, en la Comarca de Cuéllar y alrededores llevamos a cabo una iniciativa, como tantas otras alrededor del globo, que pretendía dar nuestras particulares y clásicas vacunas contra esta situación: Solidaridad, Apoyo Mutuo y Autogestión. Realmente no contamos nada nuevo, pues las herramientas de las que hablamos, en las sociedades rurales, en mayor o menor medida, están a la orden del día.
SOLIDARIDAD en tanto que nos consideramos parte del pueblo trabajador, y como tal, nos solidarizamos con todxs aquellxs que se enfrentan al Capital y al Estado, que soportan su yugo sobre los hombros. Esto es principalmente, la lucha contra el trabajo asalariado y sus detentorxs capitalistas. La lucha por la emancipación, independencia y autonomía de nuestra clase debe ser apoyada y entendida por todxs lxs que nos encontramos en situaciones muy parecidas. Por ello, toda situación negativa que vivan nuestrxs semejantes la apoyaremos e intentaremos minimizar en la medida de nuestras posibilidades, sin pedir credenciales ni nada a cambio. Pero creemos que esta acción debe ser recíproca para que sea efectiva.
APOYO MUTUO porque somos conscientes, en este caso, de que si una comunidad ve necesario algo de lo que no puede proveerse, el colectivo debe organizarse para producirlo o abastecerse de ello. Estemos hablando de pañales, de comida o de soportar un conflicto laboral. Una herramienta en este sentido, que defendemos y practicamos por su efectividad a la hora de soportar procesos de lucha, son las Cajas de Resistencia. Así como, para proveer de material básico (comida, higiene,…) a personas o familias podemos contar con las despensas solidarias, roperos, frigoríficos solidarios,… métodos que se basan en dejar lo que te sobra y coger lo que necesites.
La pandemia coronovírica, por suerte o por desgracia, nos ha hecho ver como aún a día de hoy sigue existiendo humanidad entre nuestrxs vecinxs, con todas esas iniciativas surgidas de apoyo entre lxs mismxs.
AUTOGESTIÓN y no esperar que nadie nos solucione la papeleta. Hacer de nuestros problemas personales, problemas del colectivo. Creemos, cómo ya se afirmó hace tiempo desde posiciones feministas, que lo personal es político. Nuestra propia experiencia está ligada a las relaciones sociales con que la comunidad se mueve. Unas determinan a las otras, y viceversa (para bien, cómo para mal). A través de la organización colectiva es posible crear la coordinación necesaria que pueda afrontar los retos que nos propongamos. Nuestras vidas son nuestras, somos lxs que queremos decidir y actuar sobre ellas. Frente a la ineficacia del Estado y del canibalismo del Capital demostrada una vez más con total descaro, organicemos una ruptura a través de la lucha social para crear cultura de comunidad, una cultura de lucha.
En este sentido, nos podemos encontrar con la soberanía alimentaria que se pueden permitir las familias de los pequeños municipios, ya sea con sus propios huertos, animales, o recursos del monte.
Como decíamos, surgió la Red de Solidaridad Entre Pueblos en la Comarca de Cuéllar con la intención de ofrecer ayuda a quien lo necesitase en nuestra zona y que al mismo tiempo la gente se sumase al proyecto. En seguida nos dimos cuenta de que en los pueblos pequeños todas las necesidades básicas de lxs más vulnerables estaban cubiertas, sino por familiares, por vecinxs. Y esto se debe a la base social, solidaria y responsable, que se encuentra todavía en los pueblos, en contrapunto a esa vorágine, a ese sinsentido, de una vida individualista, consumista y absurda que nos tratan de imponer.
Tras el apoyo de muchxs paisanxs al asunto, y a pesar de estar todo organizado, su objetivo primordial (el apoyo entre vecinxs en casos de necesidad) no fue puesto en práctica (salvo alguna excepción). Aun así, se palpa que esta etapa nos ha abierto las puertas de otra. Una donde viejos rostros se encuentran con otras no tan viejas. Mientras se conocen y comparten sus preocupaciones, trabajan y se coordinan juntxs compartiendo sus conocimientos y experiencias para llevar estas herramientas al mayor número de ámbitos de nuestras vidas, donde la solución pase por una resolución colectiva del problema, ya sea de carácter social, laboral, o sanitario, por ejemplo. El rumbo seguirá el viraje de las necesidades que presente la propia Asamblea. Pero la meta ha de ser siempre la praxis, en la medida de nuestras posibilidades. Tenemos capacidad para hacer lo que nos propongamos, sólo es cuestión de práctica.
Con esto tratamos de demostrar que no todo está perdido, tampoco queremos vender una imagen idealizada de la vida en lo rural, ni mucho menos. En los pueblos castellanos seguimos luchando contra el nacionalcatolicismo que se quedó arraigado en bastantes costumbres y maneras de pensar de muchas "víctimas", de aquella manera, del fascismo y que observamos con tristeza y rabia como en alguna ocasión heredan las generaciones nuevas.
¡MUERTE AL ESTADO QUE NOS DENIGRA Y HUMILLA!
¡POR UNA AUTOORGANIZACIÓN A LA ALTURA DE LAS CIRCUNTANCIAS,
AHORA Y SIEMPRE!
¡Salud y libertad para todxs!
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