| GIRA ZAPATISTA | 2.021, el año de la gira zapatista por la vida, capítulo Europa

 El año 2.021 siempre lo recordaremos en nuestros corazones como el año en el que el movimiento zapatista desembarcó en Europa o, mejor dicho, en la renombrada Slumil K´Ajxemk´Op (Tierra Insumisa). Allá por el 22 de junio el escuadrón 421, llegaba a las costas de Vigo. Esta primera delegación zapatista compuesta por siete personas tenía el objetivo de servir de avanzadilla a un total de 28 delegaciones que llegarían más tarde al viejo continente y que se repartirían hasta en treinta países durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. 

Hace ya más de un año que conocimos las intenciones del EZLN de realizar una gira por Europa. Al principio nos pareció una idea un poco estrambótica, sobre todo por la situación de pandemia mundial que complicaba enormemente un proyecto de este calibre, pero a su vez nos ilusionaba. La idea de que el movimiento zapatista viniera a conocer a la gente de abajo y a la izquierda de Europa y a compartir en ambas direcciones sus experiencias de lucha era algo histórico y que debíamos aprovechar. Lo que al principio era un rumor entre conocidos, poco a poco se fue confirmando y entre comunicados oficiales e informaciones de compañeros, las ganas de participar fueron creciendo. Sabíamos que iba a ser compleja la organización de una gira de esta envergadura, pero no nos podíamos ni imaginar el camino que nos quedaba por delante.

Se fueron realizando contactos entre varios colectivos de Valladolid capital y de su entorno rural, y nosotros nos adherimos a este territorio por cercanía y afinidad con algunos de los colectivos interesados. Muchos de los colectivos con los que se contactó, finalmente decidieron no participar, algunos por falta de fuerzas o de actividad, y otros simplemente por falta de interés por la gira. Así, se fue gestando poco a poco lo que hoy conocemos como el caracol Valladolid - Cuéllar. 

A medida que pasaba el tiempo, se iban sucediendo los problemas y la llegada de las compañeras se iba retrasando. Era evidente que una jugada de este tamaño iba a enfrentar obstáculos. Esos obstáculos no hacían si no más que confirmar que estábamos en el camino adecuado. El diseño inicial de la gira establecía la entrada de las veintiocho delegaciones zapatistas a través del aeropuerto de Paris, pero sorpresa, el gobierno francés no les permitió entrar a Europa por su territorio. Pero los problemas no solo iban a venir por la parte europea, si no que el propio gobierno mexicano, torpedeaba la salida de las compañeras zapatistas empleando trabas burocráticas absurdas a la hora de expedir los pasaportes necesarios para viajar haciendo una vez más muestra de su flagrante racismo institucional hacia los pueblos originarios. Finalmente y, después de muchos problemas, las delegaciones zapatistas aterrizaron el 14 de septiembre en Viena. La gira comenzaba. 

Después de que durante septiembre y octubre las compañeras estuvieran repartidas por Europa, llegaba noviembre y con él, el momento de visitar la península ibérica. Las semanas previas a la llegada de las compañeras fueron trepidantes, cambios repentinos en las agendas, elaboración de documentos que debíamos enviar a la coordinación de la gira, documentos que nos llegaban de otros territorios para ayudarnos a organizar la visita, las compañeras ya llegaban y tenía que estar todo listo. 


A mediados noviembre llegaba una delegación zapatista a Valladolid compuesta íntegramente por mujeres. El objetivo de la gira por la vida era la de conocer a los movimientos de abajo y la izquierda de nuestras geografías. De esta manera, y siguiendo las indicaciones de la coordinación zapatista de la gira, se diseñó una agenda que se componía de encuentros privados entre la delegación zapatista y los colectivos de nuestra zona que así lo habían querido. Durante un total de cinco días, se fueron sucediendo reuniones tanto en Valladolid como en Cuéllar, donde pudimos conocer más a fondo al movimiento zapatista y, donde la delegación zapatista pudo conocer de primera mano cuáles son nuestras inquietudes, nuestras luchas y, en definitiva, nuestra forma de trabajar.


De las compañeras zapatistas nos quedamos con su incansable lucha anticapitalista, con su humildad a la hora de hablar de sus comunidades, y, sobre todo, con el esfuerzo que han realizado para llegar hasta aquí. Han demostrado un compromiso a lo largo de los últimos veintisiete años con la autonomía de los pueblos que no han podido destruir ni con muertos ni con pobreza. El movimiento zapatista no entiende de modas, paso a paso, han conseguido construir un mundo nuevo en medio de selva, un mundo que ama la vida y que ama la tierra. Estamos enormemente agradecidos al pueblo zapatista por haber cruzado medio mundo para sembrar en nuestros corazones la semilla de la rebeldía. 

No queremos terminar sin también agradecer a todas las personas que os habéis interesado por la gira durante este último año, habéis colaborado para que se pudiera dar comprando merchandising y acudiendo a los eventos previos, y también deciros que nos hubiera gustado que todas nos acompañaseis en esta bonita experiencia que ha sido el compartir cara a cara con las compañeras zapatistas. 

LA LUCHA SIGUE COMPAÑERAS

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