| CHARLA | LA HUELGA DE TUBACEX Y SU CAJA DE RESISTENCIA. VALLADOLID, 19 DE MARZO, 12:00h.

Este Viernes 18 de Marzo íbamxs a recibir en el CSA La ardilla roja (Cuéllar) , de la mano del Comité de Solidaridad de los Trabajadores (Valladolid), colectivo que lleva más de 50 años fomentando y apoyando la lucha obrera y la solidaridad entre trabajadores y trabajadoras de manera autónoma y autoorganizada, con una exposición sobre la pasada huelga indefinida en la empresa TUBACEX a cargo de algunx de sus empleadxs.

Ayer nos trasladaban los compañerxs que, debido a problemas con los cambios de turnos en la empresa, no iban a poder acudir al encuentro del viernes en Cuéllar. Es una pena que no vayan a poder compartir su experiencia y tácticas de lucha en Cuéllar, pero por suerte si que se celebrará el encuentro preparado en Valladolid para  este sábado 19 de marzo a las 12:00 de la mañana en el lokal de pajarillos.

Desde aquí queremos dar altavoz y apoyar a las personas trabajadoras de la plantilla de esta empresa, que el año pasado demostraron como la unidad obrera y la solidaridad en el marco de una huelga indefinida, son las mejores herramientas para hacer frente a la patronal y a sus continuos (re-)ajustes que siempre redundan en las condiciones laborales de los y las trabajadoras, empeorándolas o amenazando con el despido. Así como a todxs lxs trabajadorxs que luchan por unas condicones laborales dignas y contra las míseras migajas que los empresarixs nos ofrecen.

TUBACEX es una multinacional dedicada al metal que cuenta con 3 fábricas en el estado español, dos en Amurrio y una en Llodio, Álava. Se dedica a la producción y venta de tubos de acero inoxidable (y diversas aleaciones) sin soldadura, así como de otros productos largos de acero. A principios de Febrero de 2021 la directiva de la empresa comunica la adopción de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que amenazaba 150 puestos de trabajo inicialmente, después la cifra se queda en 129 despidos (95 rescisiones de contrato, 12 prejubilaciones y 22 bajas). En un momento en que la empresa no contaba con pérdidas, como siempre pasa en éstos casos.

Estas 129 personas, daba la casualidad que en su mayoría eran mujeres, con puestos de trabajo marginales algunas de ellas debido a reducciones de jornada necesarias para la conciliación familiar. Patriarcado y capitalismo, dos caras de la misma moneda.

Con este nuevo ataque y arrastrando un ERTE tras otro que reducía la jornada laboral y el salario, la subcontratación existente que precarizaba otros puestos y la falta de futuro alguno, el comité de empresa decide convocar una huelga indefinida el 11 de febrero. El cuál lo componen ELA y STAT en su mayoría, y CCOO, LAB y ATAL en menor número de personas delegadas.

En este contexto se decide formar una caja de resistencia unitaria para soportar el conflicto, independientemente de la filiación sindical. Esta kutxa recibe donaciones de todxs lxs trabajadorxs, colectivos solidarios, personas a título individual... toda la comarca de Aiaraldea se vuelca con ellxs. El objetivo de esta herramienta es suplir la carencia salarial de lxs trabajadorxs y dotar a la propia dinámica de la huelga de toda la logística necesaria para su funcionamiento.

En julio, el tribunal de justicia declara nulos los despidos pero la empresa decide recurrirlos. Anuncia que pagará los sueldos de lxs afectadxs pero no les readmitirá. Por ello, lxs trabajadorxs deciden continuar adelante con la huelga. El conflicto se extiende hasta octubre, cuando comité y dirección llegan a un acuerdo, aunque no lo apoya todo el comité. Se readmite a lxs 129 compas y se ofrece garantías de empleo hasta 2025 a cambio de unas 50 bajas y prejubilaciones voluntarias, una reducción al plan de pensiones del 4 al 1%, 40 horas más de trabajo anuales y la congelación salarial hasta 2025.

Tras casi 8 meses de huelga indefinida, que se dice pronto, el ejemplo de esta lucha da cuenta de la necesidad de la unidad obrera y la solidaridad para que lxs trabajadorxs podamos responder a los continuos ataques que sufrimos por parte de la patronal, los mercados y las instituciones. Demuestra además, la eficacia de las cajas de resistencia como herramienta para soportar este tipo de luchas por encima de siglas y sindicatos. Una caja, que sus propios protagonistas desean mantener y extender para solidarizarse con cualquier otro conflicto de la comarca.

Quien mejor que sus protagonistas para contarnos como organizaban los piquetes, como se sentían ellxs mismxs, como gestionaban los cuidados en medio de un piquete permanente, como se coordinaban en su día a día, como sobrellevan las familias un conflicto tan largo, cual es su perspectiva sobre los resultados... quien mejor que ellxs para demostrar que la huelga sirve.

 

 

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

¡¡GORA LANGILEEN BORROKA!!

 

 


 


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