| SALUD | Manifiesto leído en la concentración en defensa de la sanidad el 21 de agosto en Cuéllar
Nuevamente salimos a la calle para defender lo que es nuestro y nos están quitando: la sanidad rural. Llevamos años mostrando nuestro rechazo a esta precaria situación que tiñe los consultorios rurales que nos rodean. Nos lo disfrazan de evento atípico, prácticamente excepcional, bajo un pretexto que bien les ha servido para camuflar su falta de previsión, sus constantes recortes sociales, falta de medios y profesionales, cierre de consultorios, limitación de consultas, sin atención presencial... un buen pretexto esta Covid-19. Aunque cabe señalar una vez más, que este desmantelamiento ya viene de mucho antes.
Ahora nos llega la noticia de la reestructuración que pretende abordar la Gerencia de Asistencia Sanitaria del Sacyl para la Atención Primaria del medio rural segoviano. Se trata de redistribuir 16 plazas de medicina familiar que no están ocupadas o que se quedarán vacantes próximamente por motivo, por ejemplo, de alguna jubilación. No se si alguien más lo percibe, pero sentimos la ironía golpeándonos en la cara, ¿una plaza de médicx sin médicxs? En concreto once de ellas se transformarán en plazas para médicos de área, mientras que cinco se trasladarán a los centros que mayor cupo de pacientes presentan como Segovia y El Espinar.
Por lo tanto, se presupone que en estas zonas había una falta de atención básica que sobrecargaba al resto de profesionales médicxs, y la solución pasa por transformar unas anteriormente plazas fijas en médicxs de área, esa figura de médico ambulante que se inventó la Consejería hace bastante tiempo y que tiene un dudoso objetivo no aclarado, pero que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, va dirigido a recortar la atención primaria rural. Y por otro lado, se eliminan 5 plazas de médicxs, pues se trasladan pero en origen no se sustituyen.
De este modo, la plaza pasa de tener una adscripción fija a un determinado centro de salud, a que esta figura de médico de área rote por muchos consultorios rurales con horarios limitados, y que como afirma un profesional en esta situación en la zona de Zamora, «trabaja cada día en un centro distinto según conveniencia de los gestores y coordinadores de los centros de salud y acumulando dos o más cupos en un mismo día de trabajo, tanto en medio urbano como rural (en el que además expones tu vida en las carreteras, tratando de llegar a tiempo a todas partes), sin vida propia, casi sin enterarte, con el teléfono literalmente en la almohada, en la ducha, o en el parque con tus hijos». En definitiva, entendemos que este puesto parchea el cierre de consultorios en multitud de pueblos, además de no arreglar ese déficit previo de las zonas básicas afectadas.
En este paquete de medidas se incluye la creación de 32 plazas de enfermería para toda la provincia, de las cuales 4 son para Cuéllar. Una reivindicación que llevábamos expresando durante años desde Solidarixs de la Sanidad, pero que pensamos deben ir acompañadas con 2 plazas de médicxs. Todas esas plazas deben complementarse con un número proporcional de médicxs para que la atención sea correcta y no provoque sobrecargas de trabajo para lxs sanitarixs, lo cual supondría una dudosa praxis profesional.
Dicha acción se pinta de beneficiosa como si se tratase de una estrategia que permita garantizar una mejor atención para todas las personas, mas no creemos que traiga nada bueno. Parece, más bien, que reitera la máxima capitalista de obtener la mayor rentabilidad con los mínimos costes. Si esta medida toma tintes mercantilistas, entendemos que no salvaguarda el derecho a la salud ni protege la sanidad, a pesar de considerarse esta un bien esencial en el que todxs participamos directa e indirectamente con el tedioso pago de los múltiples impuestos.
Por eso nos reafirmamos en la proclama de más medios y más empleadxs. Para lo cual hace falta más presupuesto, claro, proveyendo a los centros de todo el material necesario, la apertura de todos los consultorios sin excusas de ratios poblacionales o económicos, y una mejora de las condiciones laborales y del acceso a los puestos de trabajo. En este sentido, queremos mostrar nuestra solidaridad para con todxs lxs afectadxs en cada pueblo y comarca del territorio estatal, pues somos conscientes de que esto no es una mera cuestión regional. Así mismo, nos gustaría apoyar todas las movilizaciones que se están sucediendo en virtud de esto en numerosos municipios, pero eso sí, tenemos clara nuestra posición al respecto y advertimos de que dicha lucha no puede aliarse o coordinarse con lxs mismxs responsables que desde el poder originan el problema, ¡menuda incongruencia!
En nuestro contexto más cercano, exigimos una plaza más de médicx y otra de enfermería específicas en el centro de salud de Cuéllar para establecer un servicio de urgencias 24 horas sin que afecte a las consultas matutinas. Además, seguimos en nuestras trece al reivindicar una UVI móvil para esta comarca, pues es un despropósito que en toda la provincia sólo haya en la capital.
Llevamos años sufriendo recortes en servicios sociales básicos como sanidad y educación, y por si no fuera poco, se culpabiliza a los propios ciudadanos por haber vivido por encima de sus posibilidades. El capitalismo lleva años en una crisis perpetua para los más desfavorecidos, pues son estos quienes sufren las consecuencias últimas de este sistema deshumanizado. No hay crisis para las grandes fortunas y las grandes empresas, que ven en estas épocas crecer su patrimonio y sus beneficios.
Por si todo esto no fuera suficiente, las políticas centralistas del estado español están dirigidas a alimentar los agujeros negros de las grandes ciudades, reduciendo los servicios básicos en los pueblos y no realizando políticas estructurales que permitan fijar la población en estas zonas. Así nos encontramos con comarcas que los jóvenes se ven obligados a abandonar en busca de empleo, siendo el resultado una población escasa y muy envejecida en el mundo rural. Tanto el cierre de consultorios como la eliminación de plazas de médicos vienen justificadas por la falta de médicos dispuestos a trabajar en los pueblos de Segovia y por la propia ineficiencia del mismo, asegurando el delegado territorial en Segovia de la Junta de Castilla y León en un artículo del adelantado de Segovia que ninguna movilización ciudadana podrá parar este proceso. Que pregunte a los chalecos amarillos del estado francés si revirtieron el precio de combustible o al pueblo chileno si no cambió el precio del billete de transporte.
Ahora más que nunca debemos defender que tenemos los mismos derechos independientemente de la zona de residencia, que la salud no es un negocio y que no se puede gestionar atendiendo únicamente a criterios económicos.
El problema es el de siempre, se llama Capitalismo.
Pueblos vivos, pueblos combativos.
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